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Writer's pictureAngie Khoury

Mamá, repite conmigo:

En varias ocasiones he hablado sobre el journaling o la escritura como una práctica de autocuidado y crecimiento emocional y espiritual.


Pues, hace unos meses, enfrentando un día difícil, hice lo que me pareció más natural: a la primera oportunidad, me senté con lápiz en mano y desbordé mis emociones y pensamientos. Era mucho lo que sentía, pero a medida que escribía, se me ocurrió anotar algunas afirmaciones o promesas que Dios me reveló respecto a mi rol como mamá.


Lo que sucedió después fue monumental: mi perspectiva cambió, y empecé a soltar mucho de lo que me pesaba para comenzar a abrazar la maternidad, y a abrazarme como mamá. Entendí que, si tanto creo en las promesas de Dios y en el poder de las palabras, qué mejor antídoto que una serie de oraciones que pueda recordar para levantarme en los momentos difíciles.


Espero que puedas encontrar descanso, ánimo e inspiración en estas afirmaciones que comparto a continuación:


Soy la mamá que mi hijo/a necesita.


En Cristo tengo fuerza para llevar a cabo esta labor.


Hago lo mejor que puedo con lo que tengo y lo que sé; aunque cometa errores, cada día doy lo mejor de mí.


Me divierto con mi hijo/a y me gozo en verle crecer; sé que es un privilegio.


La vida seguirá cambiando y nos seguiremos adaptando para vivir en armonía y bienestar.



Son oraciones cortas, pero con mucho potencial para redirigir nuestra atención cuando nos sentimos incapaces o abrumadas. Puedes hacer el ejercicio de escribirlas y usar el nombre de tus hijos en cada una, quizá seguir escribiendo de acuerdo con lo que tu corazón necesita.


¡Feliz día, Mamá! Te admiro y te abrazo, lo estás haciendo excelente.


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