Estos hábitos, aunque simples, han demostrado ser poderosos en su habilidad de generar cambios y aportes significativos a nuestro bienestar.
Algunos avalados por la ciencia, otros por pura experiencia, prueba y error; todos han sido parte de mi rutina personal por más de dos años y como resultado mis días se han llenado de claridad, balance y armonía.
Leer la Biblia
Este es el mejor instrumento para llenarnos de ánimo, sabiduría y paz.
Veo este hábito como un caminar; es una práctica que voy cultivando y el cómo depende mucho de cada temporada.
Quizá no todos los días podemos sentarnos a hacer un estudio bíblico, pero podemos leer una porción de la palabra que refrescará nuestro espíritu y nuestra mente. Si te gustaría empezar y no sabes cómo ni por dónde, lee esta publicación.
También hay varias herramientas gratuitas disponibles como devocionales, podcasts y aplicaciones que pueden ayudarte a empezar.
Hacer journaling
Hacer journaling (escribir, llevar un diario) es muy beneficioso para nuestra salud porque nos ayuda a alivianar carga mental, a procesar emociones y experiencias, y a comprender mejor nuestro propio comportamiento.
Llevo más de 12 años poniéndolo en práctica y es el hábito que he podido mantener con más constancia.
En ocasiones el obstáculo más relevante es saber qué escribir; puedes descargar una breve guía gratuita aquí.
Práctica creativa
Pienso que crear es sinónimo de sanar.
Tener un pasatiempo que nutra nuestra creatividad es sumamente beneficioso para nuestro bienestar. Según el Journal of Positive Psychology, dedicar tiempo diariamente a alguna práctica creativa se asocia con una mejor autoestima y un humor más positivo, incluyendo sentimientos de alegría, felicidad y optimismo.
Ya sea cocinando, pintando, bordando, escribiendo, haciendo videos o tocando música, es muy importante descubrir y explorar diferentes métodos o medios para expresarnos y permitir a nuestra mente imaginar e innovar.
Planificación semanal
Ya sea que te consideres la persona más organizada o no, cuando nos planificamos definitivamente podemos percibir un cambio en nuestro interior y en nuestro alrededor.
Desde mis atuendos, hasta el menú, las diligencias y citas médicas, ha sido muy beneficio para mi familia implementar este tipo de planificación semanal. En lo personal me siento menos abrumada porque hay menos decisiones que tomar y una noción de qué esperar.
Es un hábito que simplifica mis días y me permite enfocar más tiempo y atención en otras prioridades.
Caminata diaria
Empezó casi sin querer, y se ha convertido en uno de mis momentos preferidos del día. Tengo dos perritos y una bebé que aman los paseos vespertinos por el vecindario o el parque; esto me permite recargar energía, mover el cuerpo y alimentar mi espíritu.
Por lo general uso este tiempo para reflexionar, orar y conectar con mi hija. Y con mi esposo hemos tenido algunas de nuestras conversaciones más profundas e interesantes durante el paseo.
En ocasiones un respiro de aire fresco y el resplandor del sol es justo lo que necesitas para sentirte bien.
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Me encantaría saber, ¿qué hábito simple ha cambiado tu vida? ¿Cuál de estos te animarías a probar?
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